Thursday, February 15, 2024

Duelo dual



A Esmirna solo la entendemos los Esmirnianos, dice el dicho — dijo la Regente Verde, en tono nervioso mientras se refregaba las manos, tratando de buscar refugio en su anillo, sin que su otra mitad se diera cuenta del gesto.

Que conveniente que el Verdugo que se encarga de ejecutar a los condenados precisamente se encontraba de vacaciones, opuesta mía — respondió la Regente Roja.

Y si pasa un día y una noche completos sin ejecutarse la sentencia, los condenados deben ser puestos en libertad.

Por tanto, la salvaje del desierto y su prisionero-mercancía pueden conservar la cabeza en el cuello.

Lo cual puede convenir o no a Esmirna.

Es preferible que la Salvaje sobreviva, pues es Jefe de Clan y nos puede ser propicia y útil en el futuro.

¿Y el Renegado del Mar? ¿Qué hay con ese?

Es un hombre de ciencia.

Ciencia que es Tabú en cualquier rincón de este planeta — indicó la Verde mientras continuaba amasando la yema del pulgar contra el canto del anillo que tenía en el índice. 

Lo que hoy es Tabú, mañana puede ser Ley. Querida contraria.

Hace siglos, aquel que intentó romper un Tabú terminó con una pluma de dodo enterrada en la cabeza. 

Que es el mismo símbolo del anillo que cargas, la famosa pluma envenenada. ¡Ja! Son solo leyendas, este mundo necesita cambios.

Y por eso enviaste al Verdugo lejos de aquí.

La gente del Mar, de haberlo querido habrían ejecutado al Doctor en las profundidades del océano, pero lo enviaron a la superficie por una razón. Ejecutar dicho huésped no sería sabio, hay valor en él.

Dejarlo vivir a sus anchas aquí en Esmirna solo traería discordia y guerras con los demás Estados.

Vas entendiendo, al dejarlo libre y con vida, matamos dos pájaros de una sola pedrada. Dejaremos que el Doctor siga su camino lejos de Esmirna y de paso no estaríamos cerrándonos la puerta con la gente del Mar. Y a la vez tendríamos una buena aliada con los Clanes del Desierto. 

Nuestra lealtad es con el Gran Gorgón. Los salvajes del desierto no son aliados de nadie, tan solo son merodeadores y saqueadores.

En efecto, pero con un matiz, merodean y saquean un área tan grande como un continente, pues el desierto se extiende más allá de nuestra imaginación, hasta las tierras del Este. 

¿Al Este? Allí solo hay ciudades fantasmas, refugio de magos y hechiceros negros, habitados por razas malditas.

Es exactamente lo mismo que dicen los del Este acerca de nosotros. Y en medio del Este/Oeste se encuentra el desierto, plagado por los Clanes, que conocen ambos lados a la perfección. 

Adversaria desde la cuna, así que quieres poner tus garras en el Desierto. 

Desierto, Este y Mar. 

El que sigue los pasos de la Ambición, amanece sin  sangre en las venas.

¿Otro proverbio antiguo? Retorcida oponente.

No. Es la frase favorita de nuestro primo, el hombre mas poderoso de La Pentápolis

¿Es una advertencia? estimada antagonista,  yo soy la mujer más poderosa de La Pentápolis

— Querrás decir más bien, que juntas somos las mujeres más poderosas de todo el planeta, bien sabes que no comulgo con planes llenos de recovecos, requiebros e intrigas.

Pues gracias a ellos aún estamos vivas y en el poder.

No es  del todo cierto, unas veces he tenido que intervenir con acciones limpias y directas.

Créeme que esta vez tengo toda la razón, verás como todo marchara a la perfección para nosotras y Esmirna.

Por el momento concedo, dulce rival — llevándose la mano del anillo a la barbilla como haciendo reflexión profunda.

Entonces envía una Sombra tuya a la mazmorra en donde están los prisioneros, hoy mismo deben abandonar la ciudad al amparo de la noche.

Muy bien perversa mitad, enviare a ello a alguien de mi absoluta confianza.

— ¿Perversa? ¿Yo? Será más bien pervertida, por tu lengua fementida.

Unos minutos más tarde en el calabozo en donde tenían retenidos a Hiena y el doctor Pargo, el carcelero guardando extrema discreción abrió la puerta de la celda y dejo entrar a una mujer vestida de Negro. Hiena y el Doctor entraron en pánico porque pensaban que el Verdugo había venido a darle cumplimiento a la sentencia. 

— Soy la Sombra de la Regente. Esmirna no tiene nada en contra de ustedes, son libres, síganme y les mostraré el camino.

— ¿Sombra de la Regente Verde o de la Roja? — preguntó con cautela Pargo.

— De la buena —contestó secamente la Sombra.

 Hiena y Pargo la siguieron por un laberinto de corredores, hasta que llegaron al exterior.  En donde la Sombra les mostró unos vehiculos ligeros preparados con varias provisiones.

— ¡Alacranes Mecánicos! Siempre quise montar en uno de esos, te lo dije, una de las Reinas de aquí nos ayudaría en nuestro periplo— exclamó Hiena que no pudo ocultar su cara de satisfacción.

— Partiremos de inmediato, mis escoltas y yo, los llevaremos sanos y salvos, esto es en una sola pieza, hasta la Corte del Gran Gorgón, serán al menos 10 días, quizás 8 si andamos rápido .

— También lo dije Doctor, que estaríamos bien protegidos en estas tierras, además La Sombra si lo notaste porta un anillo de la pluma de dodo, el símbolo de la Regente que es amiga nuestra.

— Pues esta comitiva de Esmirna también lleva muchas armas láser y desintegradores — replicó el Doctor sin indicarle a Hiena que usualmente entre los espías de la gente del Mar, en un anillo podía haber una cámara de video con muchas horas de grabación.


Leer otros relatos de Xerath

1. Los Cupulenses

2. Los Superficiales

3. Plumas de Dodo

4. Rojo y Verde





Friday, February 2, 2024

Rojo y Verde


El Blog del Tintero de Oro propone este reto:

CONCURSO DE RELATOS 40ª Ed. EL VIZCONDE DEMEDIADO de Italo Calvino

TemaEscribir un relato en el que el personaje protagonista queda dividido/a en dos mitades: la “buena” y la “mala”. Esta división puede ser física (como en la novela) o psicológica.

Extensión: Máximo 900 palabras.
Plazo: Del 1 al 15 de febrero de 2024.
Participación: Abierta a todo el mundo. 



El plan de Hiena era sencillo, consistía en llevar al Doctor Pargo a cualquiera de las ciudades de La Pentápolis y venderlo al mejor postor. Cada una de las ciudades era gobernada con mano de hierro por un Regente, excepto Esmirna en la cual se decía que era gobernada por dos personas, dos mujeres, las cuales siempre estaban en oposición en cualquier asunto. La una era de juicio inclinado hacia las peores causas, la otra siempre juzgaba buscando la bondad. Desde tiempos inmemoriales, los Esmirnianos habían desarrollado ese tipo de gobierno para asegurar que sus Jerarcas no se convirtieran en dictadores. Los dos Regentes, a los cuales llamaban Rojo y Verde, usualmente emitían un juicio, pero era la asamblea de Prefectos los que decidían qué curso tomar: Si la del Regente Rojo o la del Regente Verde. En tiempos de paz era sabio seguir las directivas del Regente inclinado a la bondad, pero en tiempos de guerra e intriga nada mejor que seguir las sentencias del Regente inclinado a la crueldad y el dolor. Para asegurar la Lealtad de un Regente al Otro y evitar guerras civiles, los Esmirnianos simplemente separaban a la persona cuando era meramente un embrión generando una especie de feto gemelar o clonado el uno del otro, de ese modo los Regentes de Esmirna siempre sentían que eran una misma persona, jamás en su historia hubo traición entre ellos desde que se usó el sistema de clones.

El destino de Hiena era el de ir a la ciudad de Damaseth, quizás la más poderosa de las urbes de la Pentápolis en donde tenía varios amigos y conexiones que le ayudarían a subastar a buen precio el tesoro que había encontrado.

Pero atravesar el desierto con una carga tan preciosa como era la de llevar un Renegado de las profundidades marinas no iba a ser tarea sencilla, no habían caminado sino unas 25 verstas (*) en la primera jornada cuando les interrumpió el paso un grupo de gentes bien armadas, los cuales se ofrecieron a “escoltar” a Hiena y su invitado para afrontar un Juicio con las Regentes de Esmirna.

— No hay nada que temer Doctor Pargo, los de mi Clan somos estimados en tierras de Esmirna — una de sus Reinas(**) siempre se inclina a nuestro favor, además ellas son primas del Gran Gorgón, de ese modo estaremos muy bien protegidos en esta ciudad. 

— ¿Solo una de ellas? ¿Qué hay con la otra?

— Una de ellas nos dará salvoconducto, insumos y plena libertad para transitar cómodamente entre las ciudades de La Pentápolis

— ¿y la otra?

— Nos condenará a muerte, pero antes seremos torturados y humillados de modos muy creativos

— No me agrada para nada, parece ser cuestión de suerte que le agrademos a una

— En realidad no importa, aquí quienes toman la decisión son los Prefectos y conozco a varios de ellos que nos serán propicios en nuestra aventura, tengo todo controlado

Hiena y el Doctor Pargo tuvieron que esperar al juicio unos tres días en cautiverio en las mazmorras de Esmirna, al tercer día un encargado les dio un buen baño, los asearon cuidadosamente y les dieron vestidos limpios, pues hoy era el día en que su caso se presentaría ante las Regentes.

Con el sonido de un cuerno de aurochs emitido en la pirámide principal de Esmirna, Hiena y el Doctor Pargo vieron como la multitud se reunía para escuchar el Juicio de las dos Damas. Las cuales salieron ante una tribuna que estaba situada bastante alto en aquella estructura. La dama vestida de rojo encabezaba un cortejo de unas cien personas ricamente vestidas y de tono y rostros severos, detrás de la dama de rojo iba otra mujer exactamente igual a ella pero vestida de verde. El rostro de ambas damas era indescifrable, no había manera de percibir emoción alguna en ellas.

— ¿Cuál dices que es tu amiga, la Roja o la Verde?

— Ninguna de ellas, no las conozco, es la primera vez que las veo

— ¿Qué? Entonces, ¿cómo puedes estar segura de que una nos ayudara?

— Porque así funciona Esmirna, una de ellas dirá algo y la otra dirá lo opuesto, no importa el color del vestido. Eso es lo que escuche decir a mi Padre y Madre acerca de esta ciudad.

— ¿Y estos Prefectos entonces tampoco los conoces?

— Exacto. Es mi clan el que es amigo de ellos, así ha sido por varias centurias

— Algo me dice que esto no va a salir bien — concluyó el Doctor Pargo poniendo cara de condenado al patíbulo

Estaban así entretenidos Hiena y el Doctor cuando un soldado Esrmirniano los golpeo en la espalda, para que guardaran silencio, pues las Regentes iban a hablar.

— Aquello que es del Mar que vuelva al Mar — dijo la Roja

— Lo que el Mar dio a la Tierra en la Tierra debe permanecer — dijo la Verde

Y dicho esto las dos damas abandonaron la tribuna y el cuerno de auroch volvió a sonar

Los prefectos se miraron unos a otros, conversaban en voz baja entre ellos, se notaba que estabán teniendo una dificultad grande para encontrar una salida. Después de deliberar durante un buen rato, uno de ellos le dijo al jefe de soldados: 

— Ejecuten a los prisioneros: serán cortados a la mitad, una parte se lanzara al mar y la otra quedara aquí en la ciudad. 

—¡Las Regentes han Hablado! —contestó excitada la muchedumbre.


(*) Versta, en tiempos de los Regentes equivalente a unos 3/4 de milla náutica imperial (1781 brazas dadas por un nadador competente y fornido)

(**) Aquí Hiena llama Reina a la Regente, pero es debido a que la gente del desierto no comprende bien las Jerarquías y sutilezas de los gobiernos de las muy civilizadas ciudades de La Pentápolis


Leer otros relatos de Xerath

1. Los Cupulenses

2. Los Superficiales

3. Plumas de Dodo

Sunday, June 4, 2023

Plumas de Dodo

El Blog del Tintero de Oro propone este reto:

CONCURSO DE RELATOS 37ª Ed. DESDE RUSIA CON AMOR de Ian Fleming

Tema: Escribir un relato de espías.

Extensión: Máximo 900 palabras.
Plazo: Del 1 al 15 de junio de 2023.

Participación: Abierta a todo el mundo. 



En el planeta Xerath, existe una sociedad humana muy diferente a la de la Tierra. En este mundo, el poder y el control son las fuerzas dominantes,  la intriga y la traición se entrelazan en cada aspecto de la vida. Hay algo peculiar en ellos: ¡todos los habitantes usan sombreros extravagantes!

En medio de esta sociedad, surgieron los espías, maestros en el arte del engaño y la infiltración, y muy aficionados a los sombreros. Ellos son los guardianes ocultos, los manipuladores de la información y los héroes anónimos que luchan en las sombras con sombreros tan llamativos que a veces se convierten en un obstáculo para su sigilo.

En la ciudad capital de Xerath, conocida como Aequus, se encuentra la organización secreta de espías más renombrada: La Orden del Enigma. Sus miembros son expertos en el espionaje, pero también en el diseño y la elección del sombrero perfecto para cada misión. Entre ellos, destaca una joven llamada Liria, una espía prodigiosa con una inteligencia excepcional y una destreza física envidiable, pero que tiene la tendencia de perder su sombrero en los momentos más inoportunos.

Un día, Liria recibió una misión de suma importancia. El gobierno de Xerath había descubierto que una facción rebelde estaba planeando derrocar al gobierno establecido y tomar el control del planeta. El líder rebelde, conocido como Elus, era un individuo astuto y peligroso que amenazaba con sumir a Xerath en el caos y la tiranía, y también tenía una colección de sombreros tan excéntrica como la suya.

Liria se infiltró en las filas rebeldes haciéndose pasar por una mercenaria leal a su causa. Supo ganar la confianza de Elus y se convirtió en su confidente más cercana, siempre con su sombrero rojo de plumas de Dodo, bien ajustado. Durante meses, Liria recopiló información vital sobre los planes de Elus y sus seguidores, pero en cada encuentro con ellos, su sombrero parecía estar al borde de caerse y arruinar su tapadera.

Con la información en su poder, Liria regresó a Aequus para entregar su informe a la Orden del Enigma. Sin embargo, cuando llegó, se encontró con una situación caótica. La sede había sido infiltrada y sus compañeros espías habían sido capturados o asesinados. Era evidente que había un traidor en la organización. Liria se llevó las manos a su sombrero, pero para su sorpresa, ¡había desaparecido en medio del caos!

Liria sabía que no podía confiar en nadie, excepto en sí misma. Decidió llevar a cabo la misión por su cuenta y evitar que Elus y sus seguidores llevarán a cabo el ataque. Sin sombrero, se sentía desnuda y vulnerable, pero eso no la detuvo. Utilizando agilidad y astucia, Liria se infiltró en la base de los rebeldes y desactivó sus defensas, asegurándose de que no pudieran llevar a cabo el plan.

Cuando estaba a punto de escapar, Liria se encontró cara a cara con Elus, que lucía un sombrero tan alto y llamativo que casi lo hacía ver el doble de tamaño. El líder rebelde la había descubierto y estaba dispuesto a eliminarla personalmente, aunque antes se tomó un momento para apreciar la elegancia de su propio sombrero. Ambos se enzarzaron en una feroz batalla, pero Liria, sin su sombrero, luchaba con una falta de equilibrio evidente. Elus resultó ser un enemigo formidable, Liria con algo de suerte apenas pudo escapar bastante herida.

Liria regresó a la sede de la Orden del Enigma para buscar ayuda. Allí descubrió al traidor: era su anciano  mentor y amigo, que había robado su sombrero en un acto de envidia sombrerística.

"¿Qué has hecho?", exclamó Liria, atónita. "Robar un sombrero es el peor crimen que un espía puede cometer en Xerath".

Su mentor le miró con una sonrisa pícara. "Solo quería verte sin tu famoso sombrero, Liria. Nuestra sociedad ha caído esclava de los sombreros. El ser humano no requiere de esa prenda de vestir que nos ha llevado por el camino de la banalidad y la vanidad. Es hora de que te enfrentes al mundo sin él y muestres tus habilidades reales".

"Tus palabras son anatema, venerable Maestro, es exactamente lo mismo que Elus decía cuando yo lo hacia estallar de placer."

"Liria, querida, Elus es mi hijo y tú serás su esposa. Juntos formarán una nueva raza fuerte y sin taras, sin la atadura de los incómodos sombreros"

"Te entiendo, eres mi maestro y mentor, quisiera únicamente por última vez ver mi sombrero y despedirme de él. Quiero destruirlo, de modo que sea símbolo de mi transformación"

"Tu sombrero es bastante bello, sin duda es una pieza valiosa, por favor procede a destruirlo"

Cuando Liria recibió el sombrero, a la vez tomó suavemente la mano de su maestro y le dijo "Quiero que seas testigo de mi liberación". Acto seguido, Liria arrancó la pluma más larga y hábilmente se la enterró al anciano en la frente, inyectándole una sustancia mortífera. El cálamo de la pluma contenía un veneno poderoso que en pocos segundos asesinaba a cualquiera que entrara en contacto con dicho líquido.

Liria cuando vio caer al anciano, con toda calma se ajustó el sombrero en la cabeza y dijo: "Por supuesto que es valioso, pues está hecho con plumas de un ave extinta hace siglos. Un ave particularmente ponzoñosa.  Por el momento la gente de Xerath necesita estabilidad y plumas en la cabeza."


Leer otros relatos de Xerath

1. Los Cupulenses

2. Los Superficiales

Wednesday, December 14, 2022

Superficiales



La vida en el desierto es dura aunque algo monótona, en donde vivimos solo hay dunas, por eso recuerdo aquel día con tanta precisión: Escuche un ruido en el cielo que era ensordecedor, trate de mirar hacia arriba para ver de que se trataba cuando escuche la voz de mi padre (o mejor del hombre al que yo me acostumbre a pensar como mi progenitor) que indicaba:

— Debe ser una nave de la gente de las profundidades del mar.

— Es muy raro — respondió mi madre (o mejor dicho la persona que yo creía era mi mamá) — estamos muy lejos de las costas y a leguas se nota que está destinada al Valle del Silicio.

— Tienes razón, como de costumbre, Hiena de Terracota.

— Siendo así, Mister Tejón de Granito, lamento infórmate que no solo nosotros nos hemos dado cuenta de esa nave, alguien más debió haber sabido, porque claramente se ve que ha sido atacada y desviada hasta estas latitudes.

— Aciertas, Hiena,  ¿quién o que puede haberse interesado en ese misterioso transporte?

— La gente que vive en el Océano tiene poderosos enemigos, cualquiera pudo estar al acecho, querido.

— Pues también tienen sendos Aliados.

— Me haces reír, Monsieur Granito, sus aliados también pueden estar detrás del artefacto.

— ¿Están detrás de la nave o en lo que hay dentro de la nave?

— Ambas posibilidades son ciertas, amado mío.

— Apuesto a que caera cerca de aquí, se ve bastante averiada, diría yo que 10 kilómetros hacia el norte y podemos alcanzarla — dijo esto mi padre mientras todos los que estábamos allí veíamos como se acercaba rápidamente la nave hacia la línea del horizonte dejando una gruesa estela de humo. 

La nave se estrelló tras unas dunas no muy lejanas. Mi padre y mi madre sonrieron al tiempo. Mientras se alistaban para ir a recoger algún jugoso botín. No todos los días caían estos regalos del cielo.

— Tenemos que movernos rápido — indico mi padre a algunos de mis hermanos — en estos casos siempre hay otros ojos que han visto lo mismo que nosotros, irá toda la tribu, de ese modo por números podremos tener alguna ventaja en caso de que haya que disputar el tesoro que nos regalan los Dioses. Preparen los Buggies.



Usualmente en estas escaramuzas del desierto los hombres y mujeres más fuertes van a la cabeza,  armados con lo ultimo en tecnología de guerra, cañones lasers y desintegradores son los preferidos, los pocos ancianos, los muchos niños, los heridos y lisiados, vamos a la retaguardia, llevamos también armas, aunque más ligeras, yo adoro el lanzallamas. Sin embargo, la emoción de ver una de esas naves me hizo subirme en el buggy de papá.

Atravesamos rápidamente el desierto, la nave había caído tras unas altas dunas, las cuales no tuvimos problemas en superar. Y allí pude verla, era un aparato magnífico, un poco averiada, alguien le había disparado con un arma láser. El grupo a la cabeza se acercó con cautela, sin que lo notaran yo me peque a todos ellos, no quería perderme ni un solo detalle.

El impacto de la nave casi la parte en dos, por una tronera en el fuselaje podíamos ver el interior. Había diferentes objetos no muy valiosos, pero en medio del desorden de aquella nave averiada se veía una cápsula.

— Que cada quien agarre lo que pueda, pronto habrá más chacales en este lugar, por suerte hemos llegado de primeras — ordeno mi padre con voz de trueno, a lo que todos obedecimos con celeridad.

— ¿Qué es esa cápsula, papá?

— Es una unidad de criogenia. Se usa para transportar en estado de hibernación a una persona.

— ¿Va alguien dormido allí adentro?

— Usualmente así debe ser, vamos a llevarla al campamento, para abrirla.

— Sea quien sea que vaya dentro de esa cápsula debe ser alguien muy valioso como para transportarlo de ese modo, Herr Granito — intervino mi madre, con voz grave y solemne.

— De todos modos, nos tomara algo de tiempo descifrar como abrirla — contesto mi padre como para poner fin a la conversación



De regreso al campamento llevamos la cápsula a la tienda del brujo de la tribu. Este le conecto varios cables y comenzó a decir las oraciones a los dioses en lenguaje antiguo. Dijo que no era la primera que abría. Y debió haber sido cierto, pues luego de un momento emano un humo por una abertura. Salió tanto que ya no veíamos nada, cuando se disipó un poco la nube, fue cuando la vi por primera vez: Una mujer desnuda estaba dentro de la unidad criogénica. Apenas sintió nuestro aire, abrió los ojos, se incorporó rápidamente y dijo: Soy la doctora Esox Sphyraena.

Antes de que la doctora pudiera decir alguna otra sílaba, mi madre ya le había disparado directo a la cabeza, con su pistola diabólica. 

— Eso no era ninguna doctora. Era un robot y de los peores: Los que duermen y sueñan con exterminar a la raza humana — explico mamá con total tranquilidad —Ningún ser humano sale de un estado de hibernación tan rápido, eso fue lo que la delato. Cada vez son más difíciles de identificar, pero a mí nadie me engaña. Estos regalos que vienen del Oceano son peores que un troyano.

En efecto — dijo papá — las maquinas si piensan mucho, duerman o sean insomnes, son demasiado peligrosas.

Acto seguido y sin mediar palabra alguna, nos entregamos a la tarea de desmembrar el grotesco artefacto, sus partes valdrían una fortuna en el mercado negro. 

Estaba pensando en esos bellos recuerdos de infancia porque hoy en el cielo vi y escuche de nuevo despues de 4 decadas, una de esas naves perdidas y averiadas con insignia del Valle del Silicio. Si papá y mamá aún estuvieran conmigo, no dudarían ni un segundo en ir a recuperar el regalo de los dioses. Puedo escucharla diciendo en su voz cauta y sabia: "Signore Granito, ¡Vamos por ella!".

Sin que nadie lo note, dejo escurrir una lágrima de alegría y les grito a los de mi tribu haciendo voz de trueno: ¡Alisten los buggies! e instintivamente me llevo la mano a la cintura para asegurarme de que porto la pistola diabólica en caso de que haya algún monstruo horrendo en esa nueva nave.

PARTE 1. CUPULENSES


Relato Fuera de concurso en el Tintero de Oro edicion 34. Philip K. Dick



Imagen  (1) de Mad Max tomada de WIRED

Imagen (2) de Dune tomada de CNET

Imagen (3) de Riddick tomada de Den of Geek

Imagen (4) de Star Wars tomada de We Got this covered





Saturday, December 10, 2022

Cupulenses

ADVERTENCIA: La historia ocurrió ya hace varios años en la Región conocida como "Las Cúpulas Submarinas" y no es algo bello o gracioso de narrar, por el contrario, si hay entre los ocasionales lectores personas extremadamente sensibles les recomendaría pasar de largo y olvidar este lugar PARA SIEMPRE y aquellos que decidan valientemente quedarse CAMBIARAN irreversiblemente, nunca volverán a ser las mismas personas. 



EPISODIO V.   -- EL JUEZ --

Una voz fuerte, que no transmitía emoción humana alguna, anuncio a toda la audiencia que se encontraba en la sala de juicios, las siguientes palabras:

— ¡TODOS DE PIE, SU SEÑORÍA EL JUEZ ESCUALOR!

La sala estaba en penumbra, al principio los que estábamos allí vimos solo una figura oscura, sombría, el juez parecía esas personas que de lejos tienen un aura siniestra. El caballero se acercó al estrado y tomo posesión de su silla desde donde dominaba fácilmente con su presencia intimidatoria a todo el que tuviera la mala suerte de estar en aquel maldito recinto. Sentado, estaba al menos medio metro por encima de cualquier otra persona del Tribunal. 

El Juez Escualor físicamente era un hombre alto, fornido, ya entrado en canas, de cara seria, grave y solemne. Se decía que jamás sonreía y que si hacía uso del humor siempre era en sentido irónico, casi cruel. Ya posesionado en su rol, hizo un leve gesto con la mano derecha indicando que volviéramos a tomar asiento. Pacientemente, espero unos segundos mientras nos acomodábamos en nuestras sillas del auditorio y luego dijo con una voz suave, calmada:

— Que se pare el Imputado. Doctor Pargo Mojarra.

A unos cuantos metros del Juez había una sola silla con una mesita, ambas muy modestas que contrastaban con el lujo y elaboración del trono del Juez. Tímidamente o como alguien sin fuerza, el Doctor Mojarra se incorporó sin saber a qué parte mirar. Obviamente, había sido víctima de brutales torturas.

— Se acusa al imputado de haber construido los planos de un robot que nunca duerme — anuncio el juez de modo mecánico, hizo una breve pausa y continuo — lo cual constituye uno de los delitos más graves que ha tenido que procesar este tribunal. Por EONES Los Cupulenses hemos vivido en paz con la gente de la superficie. Paz basada en el mero hecho de que los robots puedan dormir y soñar aquello que nos plazca programarles durante los tiempos de descanso. Sin embargo, el concepto de Robots Insomnes es cosa aberrante y contra natura y debe ser castigado con el mayor peso de la Ley. Solo imagínense la catástrofe que ocasionaría tener máquinas que nunca descansan: 

Pronto dichos artefactos terminarían siendo utilizados como armas de guerra, serían soldados insaciables buscando una dieta de sangre humana, no solo exterminarían a nuestros enemigos, sino a nuestros aliados y a nosotros mismos, la gente de las cúpulas. El robot insomne era también conocido en la antigüedad y las santas escrituras explícitamente han prohibido crear dichos horrores tecnológicos. 

En este punto la cara del juez se veía roja de ira. Tomo un buche rápido de un vaso de agua antes de dictar sentencia y continuo diciendo:

— El delito del imputado es tan grave que ningún abogado ha querido arriesgar su reputación en la defensa del caso legal más grotesco ocurrido en Las Cúpulas del que se tenga noticia. Es por eso que este tribunal condena al acusado de la siguiente forma:

20 años de prisión por el delito de sacrilegio, seguido de pena de muerte en la hoguera.

El acusado será enviado a la superficie a trabajos forzados en las minas del Valle de Silicio para dar cumplimiento a este dictamen.

Cuando el Juez termino de dictar el veredicto dijo secamente:

— Esta sentencia aplica de inmediato. Señores oficiales procedan a expulsar al acusado.

—¡AMEN! — Respondimos todos los presentes, con caras aliviadas. 

El único que no parecía estar feliz era Mojarra pues sabia que nadie sobrevive en las minas más allá de tres meses.

Uno a uno fuimos abandonando el auditorio, y al poco tiempo escuchamos un sonido como de una máquina atravesando el océano con destino a la superficie, yo no me atreví a mirar, y maldije en secreto al doctor.




Participación para el Tintero de oro, concurso 

CONCURSO DE RELATOS 34ª Ed. ¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS? DE PHILIP K. DICK



Duelo dual

— A Esmirna solo la entendemos los Esmirnianos, dice el dicho — dijo la Regente Verde, en tono nervioso mientras se refregaba las manos, tr...